El León y el Ratón: Una Lección de Gratitud y Comunidad
Las fábulas de Esopo han trascendido el tiempo, transmitiendo enseñanzas profundas a través de historias sencillas. Una de las que más me ha impresionado es “El León y el Ratón”, que nos deja una lección invaluable sobre la bondad y la gratitud.
La Historia
Un león dormía plácidamente en un claro del bosque cuando un ratoncito, juguetón y despreocupado, comenzó a corretear entre su melena. El león, molesto, despertó y atrapó al pequeño intruso, dispuesto a devorarlo.
El ratón, suplicante, pidió su libertad prometiendo que, si el león lo perdonaba, le devolvería el favor algún día. El león, divertido ante la idea de que una criatura tan diminuta pudiera ayudarlo, decidió soltarlo y olvidarse del asunto.
Días después, el león cayó en una trampa de cazadores. Atado con una red y suspendido de un árbol, rugía de desesperación. El ratón, al escuchar sus lamentos, acudió en su ayuda y con diligencia roíó las cuerdas de la trampa hasta liberarlo. Entonces, le dijo:
“Antes te reíste de mí porque no esperabas que te devolviera el favor, ahora sabes que entre los ratones hay gratitud y somos cumplidos.”
La Enseñanza
Esta fábula nos recuerda que ningún acto de bondad queda sin retorno. La vida nos pone en diferentes roles: hoy podemos ayudar a alguien, mañana podemos ser nosotros quienes necesitemos ayuda. La solidaridad y la vida en comunidad son fundamentales para la armonía.
Nos anima a practicar la bondad sin esperar nada a cambio y a no subestimar a los demás por su aparente debilidad. Nunca sabemos dónde encontraremos apoyo cuando más lo necesitemos.
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Sat Nam,
Harchand Singh
